Y es que no sólo en la “primera vez” te
pueden ocurrir momentos bochornosos, en los que no sabrás si pedir disculpas,
reírte o seguir en la pasión.
A continuación conoce los accidentes más
vergonzosos que te pueden pasar durante un encuentro íntimo y que
probablemente, nunca revelarías a nadie.
Ser cachados en pleno acto. Ya sea
en la casa de los suegros o en la tuya, que un policía les toque la ventanilla
del coche, o tal vez tus hijos abran la puerta de tu habitación… Puede ser muy
bochornoso, pues además de que te “cacharon con las manos en la masa” y
terminaron con ese momento delicioso, tendrás que dar explicaciones de tus
actos.
Romper algún objeto. Es vergonzoso
que cuando estás dando lo mejor de ti, y estás a punto de llegar al clímax, de
repente todo se venga a bajo porque la cama no aguantó y se rompió, o puede ser
la silla, un sillón o hasta la puerta del baño o una ventana… Y es que uno nunca
sabe a dónde te puede llevar ese momento de deseo y adrenalina.
Ruidos extraños. Cuando estás por
primera vez con una persona que te gusta mucho, quieres que todo sea perfecto y
que el sexo sea de lo mejor, pero la verdad es que durante los encuentros sexuales
nada se planea. Puede ocurrir que debido al esfuerzo o al bombeo que se genera
con la penetración que se te pueda salir una flatulencia, un acto natural del
cuerpo. Es verdad que no es agradable, pero tampoco tienes que cohibirte por
ello.
Atorarte con accesorios. Debido a que
las mujeres se ponen muy coquetas para sus chicos, hay veces en las que sus
accesorios como collares, aretes, pulseras y hasta el cierre de su pantalón o
falda puede quedar atorado en el cabello o en el vello púbico; situación que
será incómoda, pero nada que no se pueda solucionar quitándotelos.
Romperropas. Es verdad que
ser impulsivos en la cama suele ser muy excitante, y más cuando te desprenden
de la ropa con fuerza y pasión, sin embargo, ten cuidado con no romper nada importante,
porque al regresar a la normalidad, no será agradable que tengas un botón menos
en la camisa, que el cierre del pantalón ya no sirva o que las medias estén
rasgadas, porque podrás ser blanco de comentarios no muy agradables.
Ropa interior. Suele pasar que tu
pareja te sorprende llegando por ti al trabajo para llevarte a un lugar más
íntimo, pero tú como pensabas que no lo ibas a ver te pusiste tus peores
pantis, esas tan cómodas que casi ya no tiene resorte y uno que otro agujero…
Lo mejor será que entres al baño y salgas totalmente desnuda, para que él no se
dé cuenta de tus harapos.
Ser aventurero. Probar nuevas cosas
con tu pareja es muy bueno, pero si estás pensando en sorprenderla con una
nueva postura del Kamasutra que es muy extrema, tienes que tener en cuenta tu
elasticidad y la de tu pareja, porque puede ocurrir que en pleno acto a alguno
de los dos les dé un calambre o tengan algún accidente y será vergonzoso verte
agarrándote la espalda del dolor.
Nauseas. Cuando una chica quiere
complacer a su pareja con un excelente sexo oral, no significa que tenga que
hacer lo que ocurre en la afamada película Garganta profunda, al tratar de
llevar toda la virilidad de su hombre al interior de la boca; pues si no estás
acostumbrada a ello, lo que puede ocurrir es que sientas nauseas y el encanto
del encuentro habrá fracasado.
Malos olores. No es nada agradable
que te besen con mal olor de boca o que tus axilas no estén bien aseadas, y ni
hablar de allá abajito, donde los malos olores se concentran. Para estar con
una persona en la intimidad es importante la higiene, porque en el momento
pueden poner un pretexto para no continuar con el sexo y después pueden hablar
muy mal de ti.
Eyacular sin control. Si existe
mucha confianza y ya se conocen todos sus gustos, entonces no habrá problema,
pero si es de tus primeras veces con tu pareja, y se te ocurre eyacular en
donde sea sin pedir permiso, eso será tu peor error; porque sabrá que no te
puedes controlar.
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