“Se está proporcionando información sexual muy deficiente y exagerada en fuentes de información como el círculo de amigos, los medios de comunicación, los periódicos y las revistas pornográficas”. Este es el punto de partida que unos investigadores de la Universidad de Estambul han utilizado para trazar un recorrido por todos aquellos mitos sobre el sexo presentes en la sociedad contemporánea, tan popularmente compartidos como falsos. Publicado bajo el nombre de Las creencias de los hombres en los mitos sexuales y los factores que influyen en ellos en el Journal of Psychiatry and Neurological Sciences, en el artículo los autores recuerdan que “debido a esta información errónea, surgen multitud de prejuicios entre la población, exageraciones e ideas falsas sin ninguna base científica que condicionan las actitudes y el comportamiento sexual de la gente”.
Sorprendentes resultados
El mayor número de participantes en el estudio, que accedieron voluntariamente a participar en el mismo, aseguraron que la mayor parte de la información que habían recibido sobre el sexo había sido proporcionada por sus amigos, y tan sólo un 1,8% de los mismos manifestaron que sus padres habían sido quienes habían configurado su educación sexual.
Entre todos los mitos presentados al grupo de encuestados, el más compartido era el que decía que “los hombres deben saber ante todo cómo satisfacer a las mujeres”, con el que se mostraba de acuerdo un 77,8% de los participantes. Inmediatamente después se encuentran “los hombres siempre quieren sexo y se encuentran siempre listos”, con un 73,1, y “el propósito de toda relación sexual es el coito”, con un 70,1%.
Temas tabú
Por el contrario, existen ciertas ideas que fueron ampliamente rechazadas por el grupo estudiado. Por ejemplo, que masturbarse cuando se tiene pareja es malo, algo en lo que sólo coincidía un 15,6%; que los miembros de una relación no pueden negarse si su pareja quiere acostarse con ellos, con un 18%; o que el sexo oral es sucio, con un 19,8%. También llama la atención la diferencia a la hora de aceptar determinados mitos dependiendo de si el encuestado estaba casado o no. Por ejemplo, el 52,4% de los casados consideraban que masturbarse es perjudicial, mientras que tan sólo el 18,8% de los solteros se encontraba de acuerdo.
El grupo de estudiosos señalaba con sorpresa la forma en que la primera relación sexual determinaba la creencia en estos mitos. Aquellos que habían tenido problemas al perder la virginidad se mostraban mucho menos dispuestos a aceptar tales consideraciones que los que habían disfrutado plenamente de ella. El estudio señala que probablemente se trate de una forma de proporcionar una respuesta adecuada a la disonancia cognitiva que provoca no ser capaz de cumplir las expectativas que tu entorno te impulsa a considerar como verdaderas.
Además, no todas las preguntas fueron respondidas por los encuestados.Alrededor de la cuarta parte de los mismos no quisieron hablar de nada relacionado con la masturbación, un porcentaje semejante al que no quiso comentar nada de su primer encuentro sexual.
Fuentes de información
Uno de los datos más llamativos del estudio es el que señala que aquellos que vive en un pueblo y aún no ha alcanzado la pubertad son los más expuesto a creer en estos mitos, de forma significativamente superior a aquellos que viven en una ciudad. Que eran, al mismo tiempo, los que más cautos se mostraban al responder la encuesta. Una de las razones aducidas por los investigadores para explicar tal situación es que aquellos que vivían en el campo perdían la virginidad bastante más tarde que los que lo hacían en la ciudad. Por ello mismo, en el estudio se afirma que “por lo general, se habla mucho menos de sexo y a edades más tardías en los pueblos que en las grandes urbes”. Y sugieren que esto se produce porque, por lo general, aquellos que hablan de dicho tema en abierto en un ambiente rural “son criticados o se les tacha de ignorantes”.
El grupo de estudiosos señalaba el problema que se producía al considerar que “un correcto funcionamiento sexual es visto como una prueba irrefutable de masculinidad, lo que provoca que los hombres mantengan un férreo control sobre su relación y que en muchos casos el sexo sea percibido como una mera relación física”, recordando el papel dañino que muchos de estos mitos pueden tener en las relaciones de pareja. Por eso mismo, el estudio aseguraba que “estar bien informado y recurrir a las fuentes adecuadas es esencial para poder disfrutar de una saludable vida sexual”.
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